¡Ten cuidado con lo que dices!

Definitivamente, nuestro destino lo vamos construyendo día a día con la calidad de pensamientos y palabras que permitimos que hagan parte de nuestra vida. Esta es una de las bases de la Inteligencia Emocional.

Créeme que será muy difícil que una persona negativa alcance metas importantes y supere exitosamente los desafíos de la vida, que, entre otras cosas, todos los tenemos.

¿Sabes por qué? Porque hay alguien que siempre está tomando nota y es tu subconsciente. Él está pendiente de lo que dices, para hacer caso literal a lo que expresas.

Tú tienes el poder de cambiar el significado de las situaciones, usando otras palabras y esto seguramente me lo has escuchado ya:

“Estoy viejo”… ¡No! Mejor di: tengo juventud acumulada y muchas experiencias por contar.

“No puedo con eso”… Cámbialo por: ¡Estoy aprendiendo y voy a internar a hacerlo lo mejor posible!

“Estoy solo”… Para nada. Puedes decir: ¡Estoy abierto al amor!

“Me da miedo”… Mejor di: ¡Soy hábil, completo y capaz, va a funcionar porque yo voy a hacer que funcione!  

“No hice nada este año”… Pero claro que sí. Puedes decir: Estoy agradecido por este año que está terminando porque todo es aprendizaje y desde ya, me convierto en un Imparable para el 2023.

Cuando escribas tus metas, no olvides ponerlas en tiempo presente y con palabras asertivas.

Aprovecha el poder que tienen las palabras y úsalo a tu favor para transformar la calidad de tu vida.

¡Esa es una buena noticia!

No estás condenado a tu pasado, sino que puedes empezar a construir un extraordinario futuro, mejorando tu presente.

De eso me di cuenta hace más de 20 años, cuando tenía una calidad de vida pésima y para salir de los ataques de pánico, aprendí a ejercitar mi mente para pensar diferente. 

Quiero que puedas hacer lo mismo.

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