¿Por qué no nos enseñaron sobre Inteligencia Emocional desde preescolar? Los desafíos empiezan a aparecer desde que salimos del vientre al mundo.
Sin embargo, nunca es tarde para aprender y hoy aprenderás tips rápidos y básicos para que apliques en tu día a día.
Pero primero,
¿Qué es Inteligencia Emocional?
Básicamente, es la capacidad que tiene o desarrolla una persona para gestionar las emociones, mientras comprende y percibe su entorno, y luego, lo expresa.
No corresponde en sí a las emociones, sino la manera como las exteriorizamos y cómo un pensamiento correcto puede afectar en el bienestar emocional y por ende en nuestro entorno social.
¿Cómo saber si he desarrollado mi Inteligencia Emocional?
Este concepto, que también se conoce como EQ o Coeficiente Emocional, nos permite controlar eficientemente lo que sentimos, ante las diferentes presiones o desafíos de la vida. Es decidir ver las cosas desde una perspectiva que permita la solución y no quedarse en la dificultad.
Las personas que se caracterizan por una Inteligencia Emocional desarrollada son:
- Capaces de reconocer emociones negativas para reenfocarlas, sobre todo cuando una situación difícil de la vida la consideran un reto.
- Empáticas. Tienen la habilidad de ponerse en la situación de otra persona para tratar de comprender esa sensación en determinada circunstancia.
- Protectores de su paz. Reconocen hábitos, personas o entornos que no suman a su bienestar y pueden decidir rápidamente en excluir aquello de sus vidas.
11 tips para mejorar tu Inteligencia Emocional
Conoce estos consejos y empiézalos a aplicar, sin tanta ciencia y con mucho amor propio:
1. Mejora tu diálogo interno. 💬 Si te equivocas no te digas: “Qué bruto o qué bruta soy”. Mejor háblate con amor, diciendo: “La próxima vez saldrá mejor porque sigo aprendiendo”.
2. Evita la chatarra mental. 🚫 ¿Quién crees que está más ansioso? ¿Aquel que ve noticieros todo el día o el que dedica tiempo a la lectura o a estudios para mejorar sus habilidades? Si sabes que hay algo que no enriquece tu cabeza como conversaciones tóxicas, música, programas de televisión o
contenido en internet, llegó la hora de decirle a eso, adiós, definitivamente.
3. Perfecciona tu estilo explicativo. 🤔 No es “por qué a mí”, sino “para qué y qué estoy aprendiendo con esto”. Tú puedes revertir el significado de las cosas. Para muchos, un día lluvioso, es feo. Para otros es la oportunidad de estar arropados, tomar bebida caliente y disfrutar del calor del hogar.
4. Agradece. 🙏 ¿Sabías que las personas agradecidas son felices? Cuando te levantes, agradece por lo que vas a hacer, por tu salud, la oportunidad de ir al trabajo o al estudio y ponlo en práctica cada vez que te llegue la tentación de renegar sobre la vida.
5. Ponle freno a la mente. ✋ La imaginación nos lleva a sufrir más de lo que en realidad pasa. Cuando empieces a pensar mal de una situación, recapacita y pregúntate, sí de verdad aquello puede estar sucediendo. El 95% de las cosas malas que piensas, no suceden.
6. ¿Eres paranoico? 😬 Haz el ejercicio de tener un pensamiento inverso. Por ejemplo: Si consideras que la gente es mala y se confabula en contra tuya, pon en tu mente que tu entorno está planeando lo mejor para que tú seas feliz.
7. Aumenta la proteína mental. 🧠 ¿Cada cuánto oras, meditas, haces ejercicio, cantas o te ríes? Si el resultado es bajo, llegó la hora de aumentarlos.
8. Limpia tu apartamento sagrado. 🙌 Tu mente y tu vida merecen calidad, no inquilinos tóxicos que roben tu paz. No lleves a tus conversaciones situaciones o personas que agregan oscuridad a tus días.
9. Mejora tu vocabulario. 👌 ¿Qué dices al levantarte de la cama? Te llenas de energía y positivismo o dices: “Qué desastre volver a salir a ese tráfico en esta ciudad de porquería”. Cambia tu manera de hablar. Eso marcará la diferencia sobre la calidad de amigos y personas que te rodean.
10. Cuida tu entorno. ⭐️ Si te juntas con cinco borrachos, adivina quién será el sexto. Si convives con cuatro deportistas, posiblemente empieces a ejercitarte. Establece límites con las personas que sabes que no aportan a tus metas.
11. ¿Víctima o victorioso? 💪 En la vida se gana o se aprende. Cuando algo no salga como creías, no te quedes estancado en el dolor y la queja, sino en la reflexión y el aprendizaje para volverlo a intentar.
¿Te animas a ponerlos en práctica?